11 DE SEPTIEMBRE, DÍA DEL MAESTROHay quienes dicen que Domingo Faustino Sarmiento fue, sin duda el hombre de mayor visión de prosperidad para la Argentina, hombre que supo usar la pluma como si fuera una espada, sinónimo de cultura.
También hay quienes lo ven como un vende patria, que quiso regalar la Patagonia a Chile, porque no era de uso para Buenos Aires. Genocida y racista, hombre que odiaba a todo el mundo, en especial a la propia Argentina. Que pretendió borrar nuestra cultura autóctona para instalar aquí una metrópolis europea o norteamericana.
Decía que el mal era la extensión y quiso anexar Uruguay a Buenos Aires.
El 15 de febrero de 1811 nace Faustino Valentín Quiroga Sarmiento, que ese era su verdadero nombre, alias “Domingo Faustino”, el “padre del aula” o “el loco”.
Un provinciano que no hacía más que odiar su propio origen.
Todos de niños escuchamos la historia de la anciana madre de Sarmientito tejiendo el telar bajo la higuera, mujer de campo y trabajadora... ¿será que se hubiera imaginado esa mujer, que su hijo siendo un adulto no sólo llegaría a presidente, sino que mandaría a matar a miles de señoras como ella, montoneras argentinas?.También de niños escuchamos la historia del Sarmientito que jamás faltó a la escuela aunque lloviera, pues Jaureche en su libro “Manual de las Zonceras Argentinas” nos da una lección sobre el asunto, recreando esa infancia que parece más bien sacada de la imaginación de algún “Borrachín” como lo llamó la prensa de su época. Pues los sanjuaninos saben mejor que nadie (dice Jaureche pues nunca visité San Juan) que allí nunca llueve en período lectivo.
Por mi parte reconozco que Domingo Faustino Sarmiento sí fue un hombre de visión (de visión de muerte y sangre), aunque tal vez haya estado equivocado en eso. Hasta el día de hoy lo que los argentinos somos se lo debemos a su pensamiento, nos hizo un país amante de lo cultural, pero totalmente discriminadores de lo nuestro, de nuestras provincias, de nuestros montes, de nuestros campos, nuestros gauchos e indígenas.
Hasta el día de hoy muchos argentinos cuando quieren insultar dicen “sucio como un indio”, “opa como gaucho”, “campesino” y seguimos viviendo en el interior, pues somos provincianos y Dios atiende en su sede en Buenos Aires.
Tal vez hubiéramos querido que Sarmiento nos haya legado una mejor civilización, pero es la que nos toca y hay que lidiar con nosotros mismos.
Pero podemos tomar ésto como una enseñanza al fin y al cabo, supestamente era maestro. Debemos aprender de Domingo Faustino Sarmiento y no ser como él, no pisotear nuestras tradiciones ni festejar el dolor del más debil. No debemos vilipendiar nuestra cultura autóctona y luchar para que no desaparezca.
No cometamos los errores del pasado. A los maestros de vocación debemos agradecerles estar ahí, para inculcar lo importante, lo verdadero y no la marcha de Sarmiento que me hacían cantar a mí en mi escuela, donde me mentían y me decían que el maestro de la patria nos amaba. Fué una gran desilución para mí luego de tantos años de de cantar "padre del aula, Sarmiento inmortal, gloria y loor, honra sin paaaar".
En muchas ciudades, sobre todo del litoral se ven en las veredas a veces, ancianas guaraníes sentadas en el suelo vendiendo aloe vera y otros yuyos, no dejo de verlas y de verme en ellas. La gente pasando al rededor, levantando el polvo con sus pasos apurados, polvo que les pega en el curtido rostro. Ya casi parecen como si fueran parte del paisaje, de la ornamentación de la calle, y todos las ven, pero nadie las observan pues no son gente, son solo indias.
Ojalá hubiera aprendido el padre del aula un poco más de sus hermanos masones, que enseñan sobre la compasión, la reciprocidad, tolerancia, ¡Libertad, Igualdad y Fraternidad!...
El eligió la parte del progreso, pero... ¿progreso para quienes?
¿Ésta es la civilización que nos han traído? ¿a cañonazos? Las palabras de Madame Lynch con su hijo muerto en brazos resuena hoy en mi cabeza, como el Bush del siglo XIX, había que liberar al pueblo paraguayo de un tirano, de la barbarie en la que vivían y llevarlos a la civilización democrática qque todo pueblo merece. Bueno los que supuestamente llevaban civilización conocieron el tren y el telégrafo en Paraguay. Nación sumamente fértil en tecnología y modernismo. Pero Paraguay era sólo un montón de indios, y cuanto antes se terminara con la limpieza, mejor.
Sigo insistiendo en que debemos, como la nueva generación de historiadores revisionistas que somos, desmitificar a los hombres del pasado, bajarlos de su pedestal, y darnos cuenta de que tan solo, eran hombres.
Algunas citas del cultísimo Domingo Faustino Sarmiento.1842–
La Patagonia Austral : "He contribuido con mis escritos aconsejando con tesón al gobierno chileno a dar aquel paso... El gobierno argentino, engañado por una falsa gloria, provoca una cuestión ociosa que no merece cambiar dos notas, Para Buenos Aires tal posesión es inútil.
Magallanes pertenece a Chile y quizá toda la Patagonia... No se me ocurre después de mis demostraciones, como se atreve el gobierno de Buenos Aires a sostener ni mentar siquiera sus derechos. Ni sombra ni pretexto de controversia les queda".
(El Progreso 11 al 28 de Nov. 1842 y La Crónica 11/3 y 4/8/1849).
"Es una guerra desértica, frígida e inútil.
No vale la pena gastar un barril de pólvora en su defensa. ¿Por qué obstinarse en llevar adelante una ocupación nominal?"
(1868; 30/5/1881 y El Nacional, 19/7/1878).
1844-El Indio : "¿
Lograremos exterminar los indios?. Por los salvajes de América siento una invencible repugnancia sin poderlo remediar. Esa canalla no son más que unos indios asquerosos a quienes mandaría colgar ahora si reapareciesen. Lautaro y Caupolicán son unos indios piojosos, porque así son todos. Incapaces de progreso, su exterminio es providencial y útil, sublime y grande. Se los debe exterminar sin ni siquiera perdonar al pequeño, que tiene ya el odio instintivo al hombre civilizado". (El Progreso, 27/9/1844; El Nacional, 25/11/1876) ( Artículos de "El Progreso", 27.9.1844 y de "El Nacional", 19.5.1857, 25.11.1878 y 8.2.1879 )
1857-Las Provincias : "Son pobres satélites que esperan saber quien ha triunfado para aplaudir. La Rioja, Santiago del Estero y San Luis son piltrafas políticas, provincias que no tienen ni ciudad, ni hombres, ni cosa que valga.
Son las entidades mas pobres que existen en la tierra" (El Nacional, 9/10/1857).
1857-Los Porteños : "Las elecciones de 1857 fueron las mas libres y mas ordenadas que ha presentado la América". (El Nacional, 13/10/1857). "Para ganarlas,
nuestra base de operaciones ha consistido en la audacia y el terror, que empleados hábilmente han dado este resultado (de las elecciones del 29 de marzo). Los gauchos que se resistieron a votar por nuestros candidatos fueron puestos en el cepo o enviados a las fronteras con los indios y quemados sus ranchos. Bandas de soldados armados recorrían las calles acuchillando y persiguiendo a los opositores. Tal fue el terror que sembramos entre toda esa gente, que el día 29 triunfamos sin oposición. El miedo es una enfermedad endémica de este pueblo. Esta es la palanca con que siempre se gobernara a los porteños, que son unos necios, fatuos y tontos". (Sarmiento, Carta a D. Oro 17/6/1857).
1859-Los pobres y huérfanos: "Si los pobres de los hospitales, de los asilos de mendigos y de las casas de huérfanos se han de morir,
que se mueran: porque el Estado no tiene caridad, no tiene alma. El mendigo es un insecto, como la hormiga. Recoge los desperdicios. De manera que es útil sin necesidad de que se le dé dinero. ¿Qué importa que el Estado deje morir al que no puede vivir por sus defectos?. Los huérfanos son los últimos seres de la sociedad, hijos de padres viciosos, no se les debe dar más que de comer". (Discurso en el Senado de Buenos Aires, 13 de Septiembre de 1859).
1861-El Gaucho Argentino : "Se nos habla de gauchos...La lucha ha dado cuenta de ellos, de toda esa chusma de haraganes.
No trate de economizar sangre de gauchos... Es lo único que tienen de humano. Este es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre de esta chusma criolla incivil, bárbara y ruda, es lo único que tienen de seres humanos".(Carta a Mitre de 20 de Septiembre de 1861 y "El Nacional" 3/2/1857).
1865-La masa popular : "Tengo odio a la barbarie popular... La chusma y el pueblo gaucho nos es hostil...
Mientras haya un chiripá no habrá ciudadanos, ¿son acaso las masas la única fuente de poder y legitimidad?. El poncho, el chiripá y el rancho son de origen salvaje y forman una división entre la ciudad culta y el pueblo, haciendo que los cristianos se degraden... Usted tendrá la gloria de establecer en toda la República el poder de la clase culta aniquilando el levantamiento de las masas". (En Buenos Aires, 1853; Carta a Mitre del 24 de Septiembre 1861; en EEUU., 1865).
1866-Igualdad de las clases : "Cuando decimos pueblo, entendemos los notables, activos, inteligentes: clase gobernante. Somos gentes decentes. Patricios a cuya clase pertenecemos nosotros, pues, no ha de verse en nuestra Cámara (Diputados y Senadores) ni gauchos, ni negros, ni pobres. Somos la gente decente, es decir, patriota”. (Sarmiento, Discurso de 1866) (interesante apreciación de Sarmiento descendiente de negros, por parte materna y nacido pobre)
1866-Constitución: "Una Constitución pública no es una regla de conducta para todos los hombres. La Constitución de las masas populares son las leyes ordinarias, los jueces que las aplican y la policía de seguridad.
No queremos exigir a la democracia más igualdad que la que consienten la diferencia de raza y posiciones sociales. Nuestra simpatía para la raza de ojos azules."(OO. CC., 1886)
Civilización y barbarie - Facundo:En Facundo, Sarmiento utiliza como herramienta la analogía y la comparación. Utiliza lo que da por conocido para hacer conocer lo desconocido. Así todo el tiempo, en su descripción literaria, compara la vasta pradera pameana, con la asiática, y al gaucho con el mongol, con el tártaro. Propone a la metrópoli estadounidense o francesa como símbolo sublime de cultura y civilización, a lo que hay que apuntar y llegar, cueste lo que cueste.
El saber docto por excelencia, el de la ciencia y las teorías sociales, es, en efecto, para Sarmiento el saber europeo. Y el Oriente de sus libros, con sus estereotipos intelectuales y literarios, pertenece a ese dominio.
Nada de esto, de todos modos, nos ofrece todavía el eslabón en que se conecten las funciones de la imaginería orientalista en el libro clásico de Sarmiento. En un trabajo que dialoga inteligentemente con el de Piglia —"Saber del otro: escritura y oralidad en el Facundo de D. F. Sarmiento"—, Julio Ramos proporciona al respecto una interpretación:
Sobre la particularidad americana se impone la figura (europea) del "oriental".
Obsérvese, sin embargo, que el "conocimiento" que busca producir la analogía
es imaginado. El discurso se desliza del mundo referido al archivo orientalista
que, como señala E. W. Said, más que una red de conocimientos de la realidad
"oriental", comprueba ser un discurso históricamente ligado al
expansionismo decimonónico y a la propia constitución de un territorio de
identidad europeo, mediante la exclusión de los "otros" y la consecuente
delimitación del campo "civilizado".
En suma, la cita orientalista en Sarmiento "proyecta, por parte de quien no
es un europeo, un deseo de inscribirse en el interior de la cultura occidental.
Implica un lugar de enunciación —ficticio— fuera de la 'barbarie' (lo no
europeo), enfáticamente 'civilizado'".
Esta noción podía sensibilizar al lector para los procedimientos a través de los cuales Sarmiento insertaba una lejanía imitada, buscando para la naturaleza y la sociedad que ponía en escena la sugestión de los espacios distantes y de lo raro; la sola idea del encanto exotista y sus recursos, sin embargo, no dejaba entrever que uno de esos procedimientos, el más frecuente, si bien no el único, el de las analogías orientalistas, iba asociado a una red de elementos que
agrupaba no sólo estereotipos literarios, sino también estereotipos ideológicos, inscriptos todos ellos en una empresa de dominación.
Hasta aquí tenemos una idea de la descripción física del ambiente de Facundo, pero en cuanto a lo argumentativo e ideológico, me parece que hay que irse a años antes de 1810 y la revolución de mayo, donde el campo y lo bárbaro viven separado de la ciudad y lo que quiere ser culto, ya que ve en Francia el modernismo, el futuro al que hay que llegar.
En ese momento en que cada parcialidad de una misma sociedad vivían separadas, y no se veían, no se molestaban, se puede decir que estaba hasta bien, pero luego con la revolución donde lo criollo sobresale y lo único que tendía a ser culto, lo español es vencido, para Sarmiento significa ésto que la patria triunfa, pero al costo de que la civilización es tomada por la barbarie, pues se necesitaba de todo hombre armado para luchar, y éstos fueron encontrados en las pampas.
Comienza allí la lucha principal de Domingo Faustino Sarmiento, llevar a cabo una cosmovisión ambigua, aplaudida por muchos, repudiada por otros.
Hoy por hoy quedó demostrado que el cuento del Sarmientito modelo de los niños no es más que eso, pues no me gustaría que mis hijos no tuvieran compasión por el necesitado y odien lo distinto a ellos.
Quien lo diría, la tierra que odió, que intentó limpiar de indios fue la tierra que lo acojió en su último suspiro, la tierra que lo abrazó en su lecho final y lo cubrió en la eternidad. Esa misma tierra que no quería que se le pegara al cabalgar, la que no quería llevarse en ni en sus zapatos fué la que finalmente se la llevó a él.
Domingo Faustino Sarmiento fallece un 11 de septiembre, en Asunción capital de la República del Paraguay....
FUENTE: "Ensayos Argentinos. De Sarmiento a la Vanguardia." de Altamirano, Carlos y Beatriz Sarlo.
"Manual de las Zonceras argentinas" Arturo Jaureche.
LA GAZETA