sábado, 7 de julio de 2007

INCLUSO EN EL HORROR, LOS FUERTES SIEMPRE SON ALEGRES



"(...) La República del Paraguay se levantaba con luz propia sobre las naciones de América. En efecto, aquel país poseía un ejército poderoso y bien equipado, flota propia, ferrocarril, industria pesada, agricultura floreciente, y una organización social envidiable, con legislación muy avanzada para la Época, en la que se destaca la educación obligatoria, libre y gratuita: y esto en 1850. La población era aguerrida y orgullosa de su Estirpe, y sabía admirar la espiritualidad y el valor de sus Jefes. Por supuesto, a la Fraternidad Blanca no le agradaba el rumbo que tomaba aquella sociedad,(...) el pueblo paraguayo estaba enfermando; y el virus que lo afectaba se llamaba “nacionalismo”, el peor enemigo moderno de los planes sinárquicos.
El colmo de la situación ocurrió en 1863,(...) se decreta la sentencia de exterminio contra el pueblo paraguayo y la dinastía de Solano López. En poco tiempo una nueva Cruzada se anuncia en todos los ámbitos: Argentina, Brasil y Uruguay aportarán los medios y las tropas, pero detrás de estos países semicoloniales se encuentra Inglaterra, es decir, la Masonería inglesa, organización Golen y hebrea. Al frente del ejército cruzado, que ahora se denomina “aliado”, se coloca al general argentino Bartolomé Mitre, un masón íntegramente subordinado a los intereses británicos.(...)Que pretende dar un castigo ejemplar, un escarmiento que demuestre claramente que el camino del nacionalismo espiritual y racial no será ya tolerado.
La Guerra de la Triple Alianza se inicia en 1865. En 1870, cuando los ejércitos de Satanás ocupan Asunción y el Mariscal Solano López muere combatiendo en Cerro Corá, la guerra termina y deja el siguiente saldo: población del Paraguay antes de la guerra: 1.300.000 habitantes; población después de la rendición: 300.000 habitantes.(...) Y demás está aclarar que de los trescientos mil sobrevivientes muchos eran mujeres, ancianos e indios; a la población de origen hispano, esa que era aguerrida y orgullosa, se la exterminó sin piedad, casa por casa, en masacres espantosas que habrán causado el deleite de las Potencias de la Materia. Una vez más, Perseo había degollado a Medusa. (...)
(TEXTO EXTRAÍDO DEL LIBRO "CARTAS DE BELICENA VILLCA" LIBRO 2º SEGUNDA PARTE, VIGESIMOSEGUNDO DÍA)